Qué es la certificación LEED?

Qué es la certificación LEED?

LEED certification es un sistema de certificación de proyectos, acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental). Éste certificado se aplica no solo a viviendas unifamiliares de nueva construcción, sino que también pueden acogerse a ella edificios o incluso proyectos completos. La certificación LEED, que fue desarrollada en 1993 por parte del US Green Building Council (el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos), es un conjunto de normas y requisitos con cuyo cumplimiento se entiende que los edificios certificados son sostenibles. Poco a poco fue adentrándose en países de todo el plantea, y ya es una certificación muy habitual en la construcción actual.

Qué es la certificación LEED

La certificación LEED, que en castellano significa Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible, supone que el edificio o proyecto al que se refiere está construido con los estándares de ecoeficiencia y cumple con los requisitos de sostenibilidad. Es totalmente voluntario y se basa en el consenso del mercado para desarrollar construcciones centradas en la alta eficiencia energética. Este certificado, basado en estándares científicos, premia el uso de estrategias sostenibles en todos los procesos de construcción del edificio, desde la adecuación de la parcela donde se ubica, hasta la eficiencia del uso del agua y energía, la selección de materiales sostenibles y proporcionar una calidad medioambiental interior. Este sistema ofrece además de la certificación del edificio, la acreditación de profesionales, a los que se facilita la formación en sostenibilidad. En la actualidad, existen más de 14.000 construcciones en todo el mundo con certificación LEED, a los que se les conoce como edificios verdes. Entre ellos, hay viviendas pero también se encuentran oficinas, supermercados y restaurantes.

Criterios que evalúa la certificación LEED

En total, la certificación LEED evalúa los edificios según 6 criterios: – Sostenibilidad en los materiales y recursos de construcción. – Eficiencia y aprovechamiento del agua, tanto durante la construcción del mismo como cuando el edificio esté en uso con el fin que se planeó en un principio (reutilización del agua y evitar las fugas). – Eficiencia energética desde la construcción, contando además con el menor impacto atmosférico. – Materiales y recursos empleados que sean respetuosos con el medio ambiente. – Calidad del ambiente interior que permita la óptima habitabilidad del mismo, sin tener que recurrir a más energía que la necesaria para caldear o enfriarlo. – Innovación en el proceso de diseño, dando protagonismo a todos los recursos ecoeficientes. Pese a que todos estos puntos son importantes, la eficiencia energética es el valor que más puntúa, buscando el ahorro, beneficioso tanto para el medio ambiente como para los que utilizan el edificio.

Beneficios de los edificios con certificado LEED

La certificación LEED aporta no solo el prestigio de saber que ese edificio es sostenible y respetuoso con el medio ambiente, sino que también supone para el propietario o constructor del mismo: – Los costes de operación son menores, mientras que el valor del inmueble aumenta. – Se reducen los residuos que se envían a los vertederos, con el ahorro del traslado de los mismos, además de evitar tener que eliminar esos residuos en la naturaleza. – Una mejor conservación de la energía y del agua. – Edificios más saludables y seguros para sus ocupantes, tanto si se destinan para viviendas como si son centros de trabajo. – Se reduce la emisión a la atmósfera de gases nocivos de efecto invernadero. – Los propietarios pueden beneficiarse de desgravaciones fiscales por contar con este tipo de construcción. Además, en algunos municipios, se mejoran los permisos de zonificación y se obtienen otro tipo de incentivos. – Demuestran la concienciación del propietario con el cuidado del medio ambiente, lo que supone que las empresas que participan en su construcción o que se instalan en el mismo cuenten con una percepción mejor por parte de los clientes.

Edificio Corporativo Alvear
Surge con el objetivo de contribuir a la maximización de los recursos económicos, materiales y humanos de sus usuarios en un tiempo determinado que haga eficiente sus tareas.
A diferencia de una oficina física tradicional, el Edificio Corporativo Alvear es un punto de encuentro que permite un mayor relacionamiento socio-comercial donde empresas y profesionales intercambian información, experiencias y contactos; pudiendo convertirse en un importante polo de negocios en la región. La accesibilidad es excelente, a 12 minutos de la ciudad por distintas vías de acceso y con transporte público en la puerta. Seguridad, Control de acceso y Estacionamientos a nivel y subterráneos.

Actualmente en construcción y en proceso de Certificación Leed, ofrece una gran oportunidad por los excelentes precios de venta en pozo y una característica especial con renta anticipada mensual que se paga desde la cancelación de la unidad hasta su efectiva entrega.

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    Cinco ideas para reciclar puertas

    Nada se tira, todo se renueva. Le contamos qué hacer con aquellas viejas puertas para darles un nuevo uso.

    Si algo hemos aprendido del mágico mundo de la decoración es que nada se tira. Todo, pero todo puede tener un nuevo uso, solo hay que ser creativo e imaginar dónde colocar aquello que pensamos arrojar a la basura.

    En esta nota Le contamos algunas ideas para que no se deshaga de viejas puertas, sino que las recicle y las reviva.

    Además de servir como objetos decorativos, son ideales como mesas o escritorios. Asimismo, puedes usarlas como perchero o para pegar mensajes y fotos.

    Mesa de comedor

    Mesa de centro

    Otra opción, para la que ya se requiere una sierra eléctrica y un poco más de trabajo, no demasiado, es la de convertirla en una mesa de centro.

    Biombo

    En esta ocasión,  con tan solo unas pletinas de bisagra atornilladas alternativamente, 3 puertas pueden formar un biombo así de original y práctico, ideal para separar ambientes en un loft o cualquier decoración informal.

    Cabecera de la cama 

    Otra idea estupenda para reciclar puertas de madera viejas es utilizarlas como cabeceros de cama esto le da mucha originalidad a la habitación y un aire muy vintage a tu dormitorio.

    Estantería o perchero

    Mundo CLUBHOUSE

    ELECTRODOMÉSTICOS ECO-FRIENDLY. Una tendencia que crece.

    Cada vez son más las empresas que, conociendo su impacto en el medio ambiente, proponen medidas para modificar procesos e insumos.

    El cambio climático pasó de ser una conversación científica y política, a una preocupación social de la mayoría de las personas en la actualidad. En el día a día usamos objetos de todo tipo, todo el tiempo. Desde botellas y envases de plásticos, prendas hasta electrodomésticos. ¿Sabemos qué impacto están teniendo en nuestro planeta?

    El interés sobre la escasez de agua, la contaminación, el uso de los recursos, alienta a las nuevas generaciones de consumidores busquen aquellas marcas y productos que se comprometan con el cuidado del medio ambiente, aquellos denominados: eco- friendly, los cuales se caracterizan por ser reutilizables, contar con materiales más nobles con el medio ambiente, usar fuentes de energía alternativas, entre otras.

    En el caso de los electrodomésticos, optar por uno eco-friendly es una buena manera de ahorrar en consumo energético y colaborar con el medio ambiente. En este sentido, Midea invierte en investigación y desarrollo de productos sustentables para aportar su granito de arena a esta causa mundial por el cuidado del planeta.

    Tal es el caso de sus aires acondicionados con tecnología inverter, la cual permite que el equipo regule la potencia del compresor dependiendo de la temperatura del ambiente y la necesidad de frío o calor, brindando mayor confort, menor nivel de ruido y hasta un 35% menos de consumo de energía. Además de poseer el tratamiento Gold Coveren el intercambiador de la unidad exterior prolongando la vida útil del equipo.

    También sus heladeras y sus lavarropas se destacan por reducir el uso de agua y energía, gracias a la efectividad de sus programas.

    Reemplazar hábitos cotidianos en pos de cuidar el medio ambiente, implica que los consumidores vayan adoptando acciones cotidianas desde las más simples, como reutilizar productos, reciclar e incluso apostar por un menor consumo de energía en casa. En ese sentido ¿por qué no hacerlo también con nuestros electrodomésticos?

    El ahorro de energía, de agua y la durabilidad de cada producto que consumimos, afectan de manera inmediata o a largo plazo a nuestro planeta. Es necesario que hagamos consciente las decisiones que tomamos como consumidores, eligiendo productos para nuestra vida que contribuyan a esta causa e invertir así en nuestro futuro.

    Tener un electrodoméstico Midea en casa es sinónimo de contribuir a una causa tan importante como cuidar el futuro de las generaciones futuras.

    Mundo CLUBHOUSE

    EL VINTAGE VUELVE A LAS COCINAS

    UNA FORMA DE REINTERPRETAR LOS ESPACIOS MODERNOS, CON AROMAS DE ÉPOCAS PASADAS, DONDE A TODOS NOS GUSTA VIAJAR…

    Johnson lanza al mercado los modelos Liverpool, Boston y Trento inspirados en conceptos vintage, retoman criterios de diseño de estilo, sin olvidar la tecnología y vanguardia características de las cocinas Johnson.
    Estos modelos por su singularidad, estética y funcionalidad posen un valor que trasciende un sentido meramente decorativo.

    LIVERPOOL

    Sobrio y urbano, el modelo Liverpool se presenta inspirado en la estética industrial en clave contemporánea. Este modelo propone una apreciable síntesis de estilo clásico y moderno; extrae la esencia de la tradición y conjuga su calidez con la limpieza del diseño.

    Un enfoque capaz de fusionar y destacar forma, funcionalidad y alma vintage con una estética actual de tipo industrial. Una gran atención por los detalles, constituye la auténtica personalidad de esta propuesta donde los metales las maderas y la potencia de los tonos fuertes y oscuros, son elementos distintivos del ambiente industrial y protagonistas que se combinan para dar calidez a un espacio central de cocina.

    BOSTON

    En el modelo Boston, las puertas enmarcadas con sutiles ranuras nos recuerdan las cocinas de antaño. Con este modelo podemos destacar la nobleza de los gustos tradicionales o alimentar una búsqueda renovada de las ideas contemporáneas, todo radica en la forma y dosis de combinación.

    En este ambiente lo romántico se reconoce en una paleta clara de blancos y tonos pasteles. La belleza y delicadeza surge en detalles de tonos cobre con una nueva sensibilidad interpretativa.

    Aquí los objetos del pasado se presentan de una nueva manera, capaces de generar un estilo suave y amigable.

    TRENTO

    Con el modelo Trento, lo clásico es reformulado en tonos sutiles, integrándose en ámbitos actuales. Su propuesta basada en puertas molduradas y sutiles detalles que destacan y crean ambientes únicos, se perciben evocando el calor de la cocina de antaño y al mismo tiempo el refinamiento de un gusto actual por lo clásico.

    En el Trento se representa lo cálido de los motivos madera conviviendo con los metales pulidos y tonos ámbar de elementos decorativos y funcionales que componen un espacio de cocina donde se conjuga la calidez de la memoria con la limpieza del diseño contemporáneo.

    Por Johnson Amoblamientos para Revista ClubHouse.

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    VERANO: Cómo ahorrar energía.

    Antes de la llegada del calor que no da tregua podemos acondicionar nuestra vivienda de tal forma que esto no sea un problema importante. Existen numerosos consejos que van desde pequeñas inversiones en pinturas y revoques especiales hasta intervenciones arquitectónicas de mayor porte. Por Lic. Eduardo Sosa. Consultor en Eco-eficiencia para Revista ClubHouse.

    LAS CLAVES PARA LUCHAR CONTRA EL CALOR

    Una de las estrategias más importantes para impedir que nuestra casa se caliente, es evitar que el calor externo penetre por las paredes, el techo, las puertas y los ventanales. Nuestra meta será retrasar ese calentamiento tanto como podamos, lo que en la jerga se llama “mejorar la inercia térmica”. No será lo mismo si nuestra casa se calienta en el mes de noviembre o diciembre que si lo hace en febrero o marzo. En el primer caso tendremos un verano agobiante porque la vivienda despedirá ese calor acumulado día y noche, mientras que en el segundo caso la vivienda despedirá ese mismo calor cuando las temperaturas están bajando, lo que enfriará la vivienda más rápidamente y nos permitirá disfrutar de temperaturas interiores más agradables. Entender esta inercia o resistencia de una vivienda a acumular calor y luego a liberarlo es clave para lograr ahorros energéticos y confort ambiental.

    Si queremos dominar la inercia térmica de nuestra vivienda, debemos pensar básicamente en los materiales en que está construida. Paredes, pisos, ventanas y techos permiten el ingreso y la salida del calor, pero según el tipo de materiales utilizados será la rapidez con que lo haga. Una vivienda tradicional con mampostería de ladrillo hueco o ladrillo cocido, techo de losa con membrana asfáltica y cielorraso de yeso será mucho más “permeable” al calor que otra construida con paneles con aislante incorporado, revoques termoaislantes y techos con aislación de poliuretano, lana de vidrio u otro aislante. No quiere decir esto que el calor no terminará ingresando a la vivienda construida con paneles, sino que dependiendo del tipo de materiales que encuentre a su paso, el calor tardará más tiempo en llegar al interior de la vivienda.

    UN EJEMPLO DE ANTAÑO: LA CASA CHORIZO

    Los que vivieron alguna vez en una de estas típicas viviendas tienen recuerdos frescos relacionados al confort climático. La idea de pasar los veranos sin aire acondicionado que hoy resulta casi imposible de imaginar, era una realidad dentro de estas viviendas. ¿Cuáles eran las claves? Tenían una alta inercia térmica, otorgada por paredes anchas de adobe y techos altos cubiertos por varias capas de ruberoid, pintados a la cal para reflejar la radiación solar; puertas con “banderolas” o ventanas superiores por donde circulaba el aire caliente que subía y se escapaba de la vivienda, patios internos con grandes parrales donde el riego sobre el suelo y las plantas refrescaba el aire que ingresaba a la casa, y otros ingeniosos métodos para deshacerse del calor, como la colocación de plantas en el interior y la construcción de ventanas pequeñas para reducir el ingreso de radiación solar directa. Sin saberlo, los constructores de casas de aquellos tiempos conocían las bases de la arquitectura bioclimática, y crearon casas maravillosas desde el punto de vista del confort climático.

    Debido al cambio de los códigos de edificación, los sismos de carácter destructivo y otras razones, las viviendas adoptaron el ladrillo y el cemento, dos materiales de baja inercia térmica que, si bien mejoraron el desempeño estructural ante los sismos, en la práctica también provocaron el incremento del consumo de energía para lograr la climatización deseada, tanto en verano como en invierno.

    Como sea, estamos en un momento oportuno para iniciar una serie de mejoras para que este próximo verano logremos ese esperado confort disminuyendo el consumo energético.

    ¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?

    Si bien un profesional luego del análisis de la vivienda podrá recomendar las medidas más adecuadas, en términos generales podemos ejecutar las siguientes acciones:

    • Evitar que la radiación solar ingrese a nuestra vivienda, mediante la colocación de cortinas externas (las cortinas internas si bien atajan la luz no lo hacen con el calor, el cual ingresa a la vivienda y provoca el famoso “efecto invernadero”), películas de control solar (que además de proteger tapizados, cortinas y alfombras de la radiación ultravioleta rechazarán buena parte del calor provocado por la radiación solar), o simplemente colocar aleros de madera u otro material adosado a las paredes y por encima de las ventanas, que si bien no impedirán que el sol ingrese a ciertas horas del día, al menos lo hará en aquellas horas en donde está más alto que coincidentemente será el momento más caluroso del día.

    • Proteger el techo con pintura termoaislante que formará una pequeña película que además de proteger la vivienda del calor, impermeabilizará el techo y nos evitará el problema de las goteras. También vienen pinturas para aplicar sobre tejas y otros materiales con una buena cartilla de colores.

    • Proteger las paredes externas con el agregado de diversos materiales entre los que se cuentan los revoques y pinturas termoaislantes, sistemas como el EIFS (en inglés, sistema de aislación exterior y terminación, que consta de varias capas de aislante, mallas y ligantes aplicadas sobre la mampostería original), revoques con vermiculita y otras opciones similares. Para el caso de un presupuesto reducido, dos buenas maneras de disminuir la radiación solar sobre las paredes son: colocar pintura blanca o colocar plantas como enredaderas o árboles que hagan sombra sobre la misma, cuidando que la pared no se humedezca excesivamente o que las raíces de los árboles afecten su estructura.

    • Ventilar la vivienda en la mañana para que el intercambio de aire sea en el momento en que la temperatura exterior es más agradable.

    • Expulsar el aire caliente mediante la colocación de extractores o tubos de escape ubicados en las partes más altas de la vivienda.

    • Colocar un tubo canadiense, también llamado provenzal. Este dispositivo consiste en un tubo que se entierra a una profundidad cercana al 1,5 o 2 metros, que incorpora aire del exterior que previamente ha pasado por el tubo enterrado en donde la temperatura es menor. El resultado es que el aire ingresa a la vivienda a temperaturas que están en el rango de los 17°C – 24°C dependiendo de la longitud del tubo, la temperatura del aire en el exterior, etc.

    Todas estas maneras de retardar el calentamiento de la vivienda llevan a ahorros considerables al utilizar menos tiempo el aire acondicionado, que es el aparato que más consume electricidad en el verano por cada hora de funcionamiento. Una vivienda promedio utiliza unas 5 horas de aire acondicionado por día, si se logra solo un 20% de ahorro, eso representa en un bimestre un total de 78 kWh menos de consumo únicamente por la menor utilización de este aparato. Con la aplicación de las medidas recomendadas en su conjunto, en algunos casos se podría prescindir del uso del aire acondicionado, y en otros llevarlo a un consumo diario mínimo, y sin perder el confort climático que es necesario para descansar y realizar las tareas cotidianas del hogar.

    TODAS ESTAS MANERAS DE RETARDAR EL CALENTAMIENTO DE LA VIVIENDA LLEVAN A AHORROS CONSIDERABLES AL UTILIZAR MENOS TIEMPO EL AIRE ACONDICIONADO, QUE ES EL APARATO QUE MÁS CONSUME ELECTRICIDAD EN EL VERANO POR CADA HORA DE FUNCIONAMIENTO.

    En síntesis, podemos armonizar el bienestar dentro de la vivienda y el ahorro energético si nos tomamos en serio la idea de aislar nuestra vivienda para minimizar el impacto de los rayos solares. En el mercado existen muchas alternativas en materiales de aislación contenidos en revoques, pinturas, paneles y otras opciones, con variedad de precios y calidades. Y si el presupuesto no permite acceder a estas alternativas, existen otras de bajo costo que también pueden redundar en importantes ahorros.

    De todas maneras, el principal aliado para alcanzar el mejor desempeño energético de la vivienda siempre irá de la mano del comportamiento familiar antes que de la adquisición de equipamiento o de la remodelación de la misma.

     

    Por Lic. Eduardo Sosa. Consultor en Eco-eficiencia para Revista ClubHouse.

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